
En todo nuestro sistema solar, el único objeto que brilla con luz propia es el Sol. Esa luz siempre ilumina la Tierra y la Luna desde la dirección del Sol, iluminando la mitad de nuestro planeta en su órbita y reflejándose en la superficie de la Luna para crear luz de luna.
Al igual que la Tierra, la Luna tiene un lado diurno y un lado nocturno, que cambian a medida que la Luna gira. El Sol siempre ilumina la mitad de la Luna mientras que la otra mitad permanece en la oscuridad, pero la cantidad que podemos ver de esa mitad iluminada cambia a medida que la Luna viaja a través de su órbita. Debido a que la órbita de la Luna no es perfectamente circular, su distancia de la Tierra y su velocidad en la órbita cambian ligeramente durante el mes. La velocidad de rotación de la Luna alrededor de su propio eje, sin embargo, siempre permanece igual.
El plenilunio o Luna llena es lo más cerca que llegamos a ver la iluminación del Sol en todo el lado diurno de la Luna y podemos ver ese lado luminoso porque se encuentra en dirección opuesta al Sol.

Crédito: NASA/JPL-Caltech
La Luna Rosa ocurre en el mes de abril, y su nombre refiere a la temporada de floración temprana de la Phlox subulata, también conocida como rosa de musgo o musgo rosa, una flor silvestre nativa del este y centro de los Estados Unidos. En la década de los 30, los nativos norteamericanos utilizaban la Luna Rosa con una especie llamada Polemoniaceae para determinar la llegada de la temporada en el hemisferio norte. También se le conoce como la Luna de hierba, la Luna de huevo o la Luna de Pascua. Cada una de estas denominaciones se debe a que la Luna Rosa ocurre previo a la celebración de la Pascua.
La Luna Rosa ha sido objeto de interés para los practicantes de rituales y misticismo desde hace siglos. En muchas tradiciones espirituales, la luna se considera un símbolo poderoso de transformación y renacimiento, y es vista como una oportunidad única para realizar rituales y meditaciones que fomenten el crecimiento personal y la conexión espiritual. Astrológicamente se asocia comúnmente con el elemento aire y el signo astrológico de Libra, lo que sugiere un enfoque en el equilibrio y la armonía. En este sentido, la luna rosa puede ser un momento propicio para establecer intenciones que promuevan el equilibrio y la armonía en la vida personal y en las relaciones con los demás.
En muchos rituales de Luna Rosa, se utilizan elementos naturales como hierbas, cristales y velas para ayudar a enfocar la energía y establecer una conexión más profunda con el mundo natural y el universo en general. Las hierbas comunes utilizadas en los rituales de luna rosa incluyen la lavanda, la rosa y la salvia, que se cree que tienen propiedades curativas y calmantes.
Los cristales también son una herramienta popular en los rituales de Luna Rosa. Se cree que ciertos cristales como la amatista, el cuarzo rosa y la selenita tienen propiedades energéticas específicas que pueden ser útiles para el crecimiento espiritual y la conexión con lo divino.
